miércoles, 10 de febrero de 2010

Cruce 2010

Voy a tratar de no extenderme en comentarios sobre la organización, para no sacar de foco lo que para mí realmente fue esta carrera.
Hace un año decidimos con Manuel (Jay Jay), hacer el Cruce juntos. Desde el vamos sabíamos que teníamos ritmos de carrera diferentes pero priorizamos la amistad que hay entre nosotros y la misma filosofía para encararla. Es una carrera para disfrutarla, el antes, el entorno, el paisaje, la gente, los campamentos. Como todo saben, los últimos meses se complicó por una lesión y se corría el riesgo de no poder participar juntos. Pero seguimos apostando, y finalmente, faltando un mes y medio le dieron el alta y terminamos la puesta a punto. Costó, pero finalmente llego el día.
Fuimos llegando por tandas a Bariloche, terminando de juntarnos finalmente todos el día de la charla, el Jueves en la base del Catedral. En la charla, breve, terminaron de confirmar lo que se venía anunciando, 3 días complicados para correr, lluvia y frío.
El Viernes amaneció sin lluvia, los que estábamos en el centro tomamos el transfer hacia la largada tipo 7am. Fue una fiesta, mate, música, baile, palmas. Los videos lo demuestran ... Alegría pura. Llegamos, esperamos a que lleguen los que venían del Catedral, entramos un poco en calor y finalmente largamos la tan esperada carrera.
Nuestra estrategia de carrera fue no forzar de entrada mas de lo que se debía. En los llanos corriendo, pendientes caminando a paso fuerte, bajadas nos largábamos. Y así transcurrió la primera etapa. En el medio pasó el famoso puente y la espera de hora y media y las tan poco populares lanchas. Los lugares por los que pasamos una belleza, Manu un monstruo, mejor de lo esperábamos. Se armó el campamento en un lugar privilegiado realmente. Recuerdo el amanecer del segundo día, y ver todas las carpas armaditas, los corredores dando vueltas, tomando mate, desarmando carpas, una experiencia bárbara.
Y se largó el TERRIBLE día 2. Y si, llovió , y llovió , y llovió. Apenas largamos, nos encontramos con otra cola de gente ... y pensamos “otro puente ??” no fue tal, esta vez era una subida complicada por la pendiente y el barro, y se comenzó a hacer un embudo.
Esta etapa fue la mejor nuestra, al ser con tanta pendiente, aprovechamos al máximo la “trepada agazapada” del Manu y llegamos perfecto. Cruzamos el río (que aclaro estaba congelado pero nos hizo bárbaro para las gambas) ... Lamentable fue la noticia al cruzar la meta, de los problemas que se venían. Sin container, ni ropa seca, ni implementos para comer ... nos reunimos alrededor del fogón, y fuimos comiendo algo, esperando que llegaran el resto de PampaTeam. Un bajón, a medida que iban llegando se veían primero las caras de placer de haber cumplido una etapa tan dura, y acto seguido la desazón por el hecho de tener que trasladarse al campamento muleto, mojados, sin poder cambiarse ... Veo llegar a Marcelo solo, Paula se había quedado antes del río.
Un rescatista la cruzó a Caballo y cruzó la meta cual amazona , para dirigirse directamente a la ambulancia, donde la ayudaron a salir de su hipotermia.
Frente a la calentura contra la organización, varios decidieron retirarse de la competencia. Una mirada con Manu me bastó para ponernos en sintonía de nuestra decisión, mas su frase mas que contundente “ni en pedo me bajo ahora “.
El grupo se trasladó al segundo campamento, bajo la lluvia, unos metros montados en un camión, y completando unos 4, 5, 6 .. km. a pie. Yo aterricé en el campamento alrededor de las 20hs, ya que me había quedado con Paula, esperando a Gendarmería. Fuimos trasladados hasta allá en un camión junto con 10 personas mas con hipotermia. Llegamos, nos reagrupamos de acuerdo a los del grupo que decidieron continuar, se armaron las carpas bajo la lluvia, comimos y luego de un durísimo e interminable día, nos fuimos a dormir. Salvo Dani que fiel a su costumbre decidió no dormir en toda la noche. Me viene la imagen a mi mente, bajo la lluvia, alrededor del fogón, un grupo de gente evidentemente tocada mentalmente (dentro de los que me incluyo obviamente) con las pecheras que usaríamos al día siguiente, colgadas de una rama, tratando de secarlas con el fuego (vuelvo a aclarar, y seguía lloviendo ... para que las secábamos ¿!?!?!?!?!?!)
Al día siguiente, nos levantamos, y luego de un completo desayuno (frutas, medialunas, café, mate ...) largamos la última etapa. Fue larga, pero bárbara, hermosa. El circuito, los lugares por donde pasamos, los valles, los colores, las cascadas ... imperdible. En el camino nos fuimos cruzando con varios amigos, y conocimos a otros.
Manuel venía muy bien, hasta que faltando 5km aprox. sintió un tirón en el gemelo. A partir de allí no pudimos mas que caminarla, con toda la bronca que él se cargaba a sus espaldas, y que yo trataba de hacerle entender que el objetivo estaba mas que cumplido y que llegaríamos perfectamente bien.
Más adelante, nos alcanzan Dani, Leo y Marcelo quienes decidieron acompañarnos el resto del trayecto y terminarla junto a nosotros ... unos ídolos.
Y llegó finalmente el arco tan esperado, no sin antes tener que subir una terrible cuesta como para coronar el final del Cruce.
Los cinco entramos en bloque, los cinco mosqueteros como escuché ...
El abrazo interminable con Manu, llorando como dos nenes, me llenó de emoción.
Esta carrera, sin dudas, quedará en mi recuerdo por siempre. Ver a Paula, que a pesar de no haber corrido esa etapa que se fue a esperarnos a la llegada; El compañerismo de los chicos que la terminaron con nosotros, caminando, para bancarnos; Diego y Myr que se fueron del Catedral a la llegada. Ver a todos nuestros amigos que la completaron, antes que nosotros y los que llegaron después. Sufrir por el resto que se bajó (insisto por calentura) y se perdieron de completar algo que costó tanto para llegar (entrenamiento, plata, vacaciones ...). Totalmente entendible la decisión de cada uno. No debe haber sido para nada fácil decidir dejar de correrla, cuando el cuerpo todavía daba (porque todos tenían resto suficiente para completarla). Fue mas una cuestión de principios.
Terminar a la 1am del domingo, en la base del catedral recogiendo las cosas de los containers en un completo caos. Tantos momentos buenos, duros, tristes, y completamente hermosos. Convivir con gente en situaciones complicadas, donde se ve en forma exponencial las miserias de gente maleducada, como también la total solidaridad que se experimenta en estas carreras. En estas situaciones vas conociendo a la gente, y también te vas conociendo un poco mas a vos mismo.
Leo relatos, hablo con mis amigos, y veo tanta gente bajón y de mal humor, decepcionada, triste ... otros felices de haberlo realizado. Les soy sincero, me siento mal por todos los que no lo terminaron, porque sé que la sufrieron mal y no eran lo que esperaban. Se todo lo que costó prepararse para esto, y no estoy ajeno a todas las expectativas que se habían puesto en el Cruce. Y sé que minutos después de haberse ido, algunos se arrepintieron, otros tal vez no. Son todas las decisiones válidas, aunque creo que toda decisión tomada en estado de “calentura” no es buena y no te deja ver ni pensar claramente.
Como me calificó en alguna oportunidad un amigo, soy un eterno optimista, de esos que ven el vaso medio lleno. Tal vez soy un poco como Mr Magoo que va caminando por la vida, con los pianos que le caen a su andar y él ni se entera y va con una sonrisa...
Tal vez sea una mezcla de eso ... pero permitánme decirles, que a pesar de todo, del tiempo, de la mala organización, de los errores, de todo lo que se podía haber previsto, de lo justificado y de lo no justificado, de que no salió todo como lo habíamos planeado o imaginado .... fue un PLACER hacer el Cruce de los Andes, con gente que quiero muchísimo, con amigos, y que me han demostrado lo importante de sentirse acompañado en los momentos difíciles.
Felicitaciones a todos los que compartimos este viaje, por todo el esfuerzo puesto, por los entrenamientos previos con un invierno terrible como fue, por la solidaridad mostrada en los campamentos en todo momento, preocupándose por el otro y ayudando al resto, antes que pensar en el bien propio. Este viaje, a su vez nos permitió conocer nuevos compañeros que se sumaron al grupo a fin de año, a todos ellos felicitaciones por adaptarse tan bien a un grupo ya armado.
y por ultimo ... Cuando se decide correr en pareja, puede pasar que los ritmos sean distintos. Lo importante es la muestra de solidaridad. El que va mas lento, se esforzará y tratará de demostrar que se rompe el lomo para tratar de equipararse con el que está mejor preparado. Por el contrario, el otro, deberá tratar de motivarlo para que pueda dar un poco mas, pero sin demostrarle ni hacerle sentir que es un peso. Si se tomó la decisión de correrla en equipo y con esa persona, es a todo o nada. Compañero, Amigo, Manu, tenés unos huevos de oro, espero haber estado a tu altura.
Estas palabras fueron escritas para VOS,
“Están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, pelean aún sin fuerzas, jamás bajan los brazos, no se detienen. No se quejan, porque saben que el dolor pasa, la transpiración se seca, el cansancio se termina. Por sus venas corre la misma sangre, en su cuerpo existe la misma cantidad de músculos. Lo que los hace distintos es su espíritu, su determinación de llegar a la meta, y saben que el éxito de su triunfo dura 30 segundos de aplausos, pero toda una vida de esfuerzo. En un mundo de adversidad no aceptan límites, porque saben que a la meta no se llega superando a los demás sino a uno mismo.”


Voy dejando algunas fotos del Columbia Cruce de los Andes 2010

Fotos, Crónicas y Clasificación del Cruce de los Andes 2010 CRUCE 2010

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