jueves, 22 de julio de 2010

ESPIRITU

Están los que abandonan, se rinden, se caen y no se levantan; Los que se lamentan, maldicen y protestan.
Están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, pelean aún sin fuerzas, jamás bajan los brazos, no se detienen, no piensan que van a fracasar. No se quejan, porque saben que el dolor pasa, la transpiración se seca, el cansancio se termina. Por sus venas corre la misma sangre, en su cuerpo existe la misma cantidad de músculos. Lo que los hace distintos es su espíritu, su determinación de llegar a la meta, y saben que el éxito de su triunfo dura 30 segundos de aplausos, pero toda una vida de esfuerzo. En un mundo de adversidad no aceptan límites, porque saben que a la meta no se llega superando a los demás sino a uno mismo.

No hay comentarios:

Buscar este blog